Las muelas del juicio son las últimas en aparecer y también las que más problemas suelen dar. Quitarlas no es tan sencillo como pueda parecer ya que en muchos casos nacen tumbadas y las raíces pueden afectar a las piezas de las muelas que están al lado.
Acudir a un cirujano maxilar experto en muelas del juicio en Vigo garantiza que todo va a salir como es debido y que no habrá complicaciones cuando estas piezas se extraigan. Además, se reduce significativamente el riesgo de afectar a otras muelas y acabar perdiendo alguna pieza sana de manera innecesaria.
No todo el mundo necesita quitarse las muelas del juicio, pero entre las razones que podemos encontrar para hacerlo, las más habituales son las siguientes.
-Quitarse las muelas del juicio para colocar un aparato corrector: Es una de las razones más habituales por las cuales la gente se quita las muelas del juicio. Al colocarse un aparato corrector las piezas se van a mover en la boca y las muelas del juicio pueden impedir que esto se produzca con comodidad. Al retirarlas, habrá más espacio para el resto de muelas y dientes, algo fundamental cuando la persona tiene la dentadura apiñada y quiere verla más separada.
-Quitarse las muelas del juicio por dolor: Las muelas del juicio pueden estar afectando a la articulación de la mandíbula o pueden estar causando inflamación en las encías debido a que, al no tener espacio, están creciendo de una manera poco natural. También pueden dolor porque tengan caries, en cuyo caso no suele merecer la pena el empastarlas. Sea el motivo que sea el que cause el dolor, lo mejor es retirar estas muelas y evitar el sufrir por ellas ya que no son piezas imprescindibles en la boca y dan más molestias que ventajas.
-Quitarse las muelas del juicio por estar retenidas: Al salir tan tarde, las muelas del juicio pueden quedar retenidas en el interior de la encía ya sea porque no tienen suficiente hueco para salir ya sea porque nacen totalmente tumbadas y no pueden salir de forma lateral. En cualquier caso, esto puede causar muchos problemas, como dolores o daños en las piezas colindantes. Por eso, si se detecta que las muelas del juicio están retenidas y no pueden salir, hay que extraerlas incluso si no han comenzado a doler ya que acabarán haciéndolo más pronto que tarde.