Mi vida en redes 

Si hace unos años me dicen que tendría 10.000 seguidores en una red social me reiría a carcajadas: yo, que siempre he sido una persona bastante tímida y que nunca me había entendido muy bien con las redes sociales. Nunca me gusto Facebook ni Twitter, las dos primeras redes de éxito: tal vez porque a mí no me gusta mucho escribir ni compartir mis pensamientos. Pero en cuanto apareció Instagram, me di cuenta que esa sí podía ser una red social para mí.

Me hice una cuenta en 2013 y empecé a subir fotos. Y claro, en estos siete años, mi vida ha cambiado un poco… también mi cuerpo. No sé qué grado de influencia tendría Instagram en ello, pero tampoco me importa mucho: el caso es que decidí operarme el pecho hace tres años. Estaba bastante contenta con mi cuerpo pero me daba vergüenza mostrarme en determinadas situaciones. Algunos me decían que debía aceptar mi cuerpo tal y como era, pero yo siempre quiero mejorar. No quise conformarme y busqué aumento de pecho en Vigo hasta encontrar una clínica que me trató estupendamente.

No hace falta ser un lumbreras para darse cuenta que cada vez más mujeres se operan en el pecho… y cada vez está más aceptado: en una época en la que la mujer es dueña de su destino, también debe serlo de su cuerpo. Y yo quise cambiar para mejorar. Poco después de operarme empecé a subir fotos de nuevo a redes sociales. Sí, hubo algunos comentarios malintencionados del tipo “antes y después” pero, por el contrario, cada vez sumé más followers que se mostraban encantados de mi desparpajo y mi falta de prejuicios. 

Algo más de tres años después de que buscara aumento de pecho en Vigo y de que pasara por el quirófano soy una mujer feliz y así me muestro en redes sociales. Mucho dicen que lo que mostramos personas como yo es una vida falsa, siempre sonriendo y viviendo la vida. Obviamente no me paso el día a carcajadas, trato de mostrar en redes lo mejor de mí. Pero eso sí, ni una de las fotos que enseño es falsa, ni estoy ocultando nada. No, ahora ya no tengo que ocultar nada.