Los ordenadores evolucionan a pasos agigantados y más todavía todo lo que tiene que ver con las pantallas táctiles. Gran parte de la culpa la tienen los teléfonos que han hecho que la mayoría de la gente se conecte a internet a través de estos dispositivos y se haya acostumbrado a trabajar a través de sus pantallas.
Ahora nos encontramos que, en muchos lugares de comida rápida, la comanda se realiza a través de pantallas táctiles de gran tamaño con las cuales los más jóvenes se sienten absolutamente cómodos. Solo tiene que marcar aquello que quieren, sin esfuerzo y sin errores ya que ven la foto exacta de lo que van a consumir. Y lo hacen de manera muy rápida, pagando incluso en el dispositivo de manera que se evitan muchas colas ya que puede haber varias de estas pantallas en las que la gente haga su pedido a un tiempo.
También encontramos un panel Pc pantalla tactil en lugares tan frecuentados como los centros médicos. Se introduce la tarjeta sanitaria y la máquina nos escupe el ticket con la hora de la cita y el lugar al que debemos de dirigirnos. De esta forma, el médico sabe en su consulta qué pacientes están esperando fuera sin lugar a duda. Y estos pueden encontrar fácilmente la consulta y acceder a la misma cuando una pantalla les indique que es su turno. Y todo esto sin nombres ni ninguna otra identificación, garantizando al cien por cien la confidencialidad de los pacientes.
Estas mismas pantallas las encontramos en el banco, de manera que en muchas oficinas la típicas filas han desaparecido y, una vez que tienes tu turno, puedes sentarte a esperar o incluso salir un momento y entrar cuando el ambiente esté más despejado y se acerque el momento de tu cita. Se evitan así las aglomeraciones dentro de la oficina bancaria.
El reto está en que este tipo de pantallas sean cada vez más intuitivas y sencillas de manejar, especialmente para las personas de más edad que no se han enfrentado nunca a este tipo de dispositivos. La experiencia nos dice que en su mayor parte, la gente mayor se adaptan sin dificultades como hemos podido ver en la pandemia, cuando muchas abuelas aprendieron a usar el wasap o a realizar videollamadas para poder estar en contacto con sus familias y lo han hecho sin excesivos problemas.