LA CARAVANA DE MI AMIGO

El tema de conversación durante casi todo el verano con mis amigos ha sido los precios caravanas de segunda mano, ya que algunos de mis amigos se han pasado el verano buscando caravanas de segunda mano para comprarse y arreglarlas a su gusto. Tener una caravana te da una libertad que no se consigue en unas vacaciones normales en las que tienes que seguir los horarios que te marcan personas que no están de vacaciones. Poder ir y venir a la hora que mejor te convenga lo considero todo un lujo al alcance de muy pocas personas. 

Personalmente nunca he tenido una caravana, pero sí que he usado alguna, sobre todo cuando voy a visitar a uno de mis amigos del colegio que vive en un pueblo pequeño y su casa no dispone de habitación de invitados, por lo que mi habitación es su caravana que tiene aparcada no muy lejos de su casa. De esta forma yo dispongo de un poco de intimidad y mi amigo tiene un motivo para adecentar un poco la caravana, ya que la tiene parada en el mismo sitio durante casi todo el año. A esa caravana sí que le hace falta una buena reforma interior, ya que es una caravana bastante antigua y tanto las cortinas como los interiores están un poco pasados de moda, pero mientras sigan cumpliendo su función ahí siguen.

Esa caravana tendrá cerca de treinta años y sigue funcionando perfectamente, y entiendo que a mi amigo le guste conservarla tal y como la compró hace tiempo porque es de esas personas como yo, que le coge aprecio a las cosas y no le gustan que cambien.

 

La única vez que llegué a utilizar esa caravana fuera de la aldea de mi amigo fue hace unos diez años que usamos la caravana para llevarla a una boda y así no tener que coger el coche después de haber bebido durante todo el día en la boda. Ese día dormimos cuatro en la caravana y fue una buena experiencia. Aunque nunca la hemos podido repetir, porque mi amigo no es que venga demasiado a vernos.