Cuando acudimos a determinados centros comerciales podemos ver como hay establecimientos que dan comidas pero que lo hacen en una especie de kiosko de pequeñas dimensiones. Lógicamente, la primera pregunta que nos viene a la cabeza es, ¿dónde se preparan los platos? Ya que es imposible que se cuente con una cocina en la parte trasera.
La respuesta está en los platos preparados congelados para hosteleria que ofrecen ciertas empresas y con los que se consigue contar con un menú variado y que resulta apetitoso pero sin necesidad de una cocina propiamente dicha para llevarlos a cabo.
En estos establecimientos, normalmente,se cuenta con una freidora, por lo que es posible realizar algunas preparaciones, como patatas fritas al momento. Para el resto de comidas se cuenta con un aliado que es capaz de sacar de cualquier apuro al establecimiento: el microondas. En el microondas se pueden descongelar y preparar estos platos precocinados en muy pocos minutos y servir un gran número de comidas en muy poco tiempo.
En lugar de cocina, el establecimiento dispone de varios de estos aparatos de gran capacidad para dar cabida a varias comidas a un tiempo. Pueden trabajar de dos maneras. En la mayoría de los casos descongelan previamente los platos que consideran que van a poder venderse a lo largo del día. Como estos platos descongelados pueden aguantar en la nevera un par de días sin riesgos, si no se venden todos no habrá pérdida.
De esta manera, solo hay que preparar el plato en el momento que se solicite y como están precocinados, esta preparación es muy rápida ya que básicamente solo se va a calentar la comida. Es la forma más rápida de trabajar ya que el cliente prácticamente no espera y recibe su comida casi al momento.
Pero en establecimientos en los que no suelen darse muchas comidas pero se ofrece este tipo de servicios como algo suplementario a su auténtico fin, como algunos bares o locales de ocio, es donde la comida se descongela y se calienta a petición de los clientes. Tendrán que esperar un poco más pero el tiempo siempre va a ser muy razonable e inferior a lo que llevaría cocinar el plato desde cero.
De esta manera, se puede ofrecer un servicio de comida sin tener que depender de una cocina, de manera muy rápida y con menús variados para todos los clientes.